
¿Cuál es el olor de la amargura?
¿Qué vapores son esos que desprende el miedo abstracto y se hunden en la engañosa pituitaria de la melancolía?
Qué sé yo dónde tengo la nariz, no lo sé, aquella que hacía que olieran las tardes del aire cuajado de verano.
Aquella que me hacía seguir el rastro que dejan los abrazos blancos de los siete años.
¿Dónde tengo el apéndice-veleta que antes me indicaba el perfume de tanta alevosía frente al tiempo?
Dios mío, ¿por qué he tenido que saturar mi nariz de tanto olor acre…?
Pensando en los olores, siento los paraísos que he perdido. Regreso a lugares donde estaban las fuentes y me inunda el perfume de aquel todo luminoso…
Luego…, luego me hice fumador, que es una manera de huir del paraíso, y llegué a esta mundo y a todos sus olores, tantos, tan ajenos, que todavía los estoy descifrando.
En fin, me has pedido que escriba algo sobre el olfato… Yo sólo he ejercitado una especie de nariz-plástica-alada que me permite sobrenadar y realizar mi obra…Espero que no te sientas defraudado.
Juan Diego Miguel