Se me ha ocurrido enviarte un fragmento de una entrevista en la que hablo de los olores, comparando el de mis primeras obras con las de más adelante. También hay una versión de la entrevista en No Man’s Land. La pintura del oso está relacionada con los olores de mi obra tardía, especialmente desinfectante, metal, formol.
Un saludo desde Pamplona, Lynne
¿Por qué durante tantos años te has resistido a fechar tus obras?
Esta cuestión ha causado grandes controversias, incluso entre algunos de mis más firmes defensores. Fundamentalmente, no deseaba que mis cuadros fueran relacionados con un lugar o una época determinada. No quería que la gente dijera: esto es de los años 70, esto es de los 80, esto de los 90. Y siempre he tenido una conciencia clara de que la vida dura lo que un suspiro, y que treinta años no significan mucho en una perspectiva más amplia de las cosas.
Probablemente si empecé a fechar mis cuadros fue porque me volví más territorial. Quería que se supiera que había hecho algo antes que otro. En cualquier caso, tampoco es tan difícil imaginar qué obras son del principio (entre 1971 y 1980), de la etapa siguiente (entre aproximadamente 1980 hasta más o menos 1990) y cuáles son las más recientes (de los últimos diez años o así).
Se deduce de los objetos. Los cuadros son una especie de arqueología de la decoración y el mobiliario. No hace falta preguntar cuándo se pintó Professor’s Living Room (p. xx), el cuadro de los pufs. Casi puede deducirse de los olores asociados a los lugares que fotografiaba. Las primeras obras evocan olores de ceniceros repletos de colillas, frascos vacíos de cerveza, Freón, pelos húmedos de perro y ambientador. Las obras del período más reciente van asociadas a olores de cloro, metal, cables eléctricos, gasolina, contrachapado y formol. El olor del linóleo ha sido una constante, de modo que no es un método totalmente fiable.
Por otra parte, mis primeras obras son más divertidas, desordenadas, más simétricas, cálidas y menos amenazantes; la obra posterior tiene un carácter más frío, ordenado y más inquietante.
Olores de mis primeras obras:
ceniceros repletos de colillas
cera vieja
frascos de cerveza vacíos y sin lavar
pelos de perro sobre moqueta húmeda
ambientador con olor a talco para bebé
Freón
linóleo
Olores de mis obras más recientes:
Desinfectante
Moho
Cloro
Metal
Formol
Eucalipto
Cables eléctricos
Linóleo