
Tierra árida, polvorienta.
Madera de tronco viejo, resistente al tiempo.
Hojas húmedas acurrucadas,
Los sarmientos crepitan bajo los pies.
Recorre un territorio abstracto, inexistente. Lleno de materia evocadora, de paisajes físicos.
Un viaje sensorial a través de la memoria y sus texturas.
Un espacio imposible de habitar. Territorio interior y abstracto, en construcción constante de luces y sombras.
El movimiento cinematográfico enlaza con la experiencia vivida entre el individuo y el paisaje, el desplazamiento necesario para adentrarnos en un territorio. Esta relación dinámica se mueve entre la expectativa de descubrir nuevos espacios y la nostalgia de recordar tránsitos anteriores.
Jordi Cabestany