
Ciclo vital donde las cosas nacen limpias, brillantes y móviles. De la extrema belleza a la degradación absoluta, todo al fin y al cabo presiona y destruye.
Acto casi absurdo, atado a los fenómenos del universo, donde todo se desmenuza y empieza de nuevo, donde el olor cambia desde el frescor del amanecer a la morbidez del cementerio.
Francesca Llopis
12 junio 2007