
El tibio frío del invierno se aproxima encapsulando las últimas moléculas con esencia floral de Lavanda y Jara. Comienza noviembre, la fecha se aproxima. El tiempo corre y el día a día es consignado en cada anillo de los Cipreses de la Sierra. Cada uno más gris y más frío. El Escorial se atrinchera más y más contra la montaña. El gris se mezcla con el blanco y de repente el granito emerge bajo el manto verde silenciando todos los aromas y el bosque parece enmudecerse.
Dentro, en el refugio hecho de la misma sierra combatimos el frío con el sonido de los leños ardiendo en las chimeneas, suaves ruidos huelen a madera. Hojas de papel inician el fuego y las piñas de los pinos, mientras las demás hojas inmortalizan a Walls como evidencia física del árbol. Su lento deceso mientras sostiene la información y la publicidad del mes pasado.
Miler Lagos