
Obra abstracta que simula el movimiento del aire al entrar por nuestras narinas y la explosión de sentidos que nos produce el identificar un olor. Si bien me inspiré en un recuerdo olfativo concreto, quise hacer un cuadro que reflejara en un general la importancia del olfato y todo lo que nos genera sensitivamente. Por tanto, si bien el movimiento creado fue fruto de mi observación de las olas y ondas en la playa y todo lo que ello me generó (concretamente la playa de Castelldefels cuando recién llegué a España), es también el movimiento de la expansión y apertura de nuestros recuerdos y lo que nos genera un determinado olor.
Utilicé principalmente el magenta, cian y amarillo ya que estos son los colores primarios por los que creamos y percibimos el mundo, sin estos no sentiríamos o experimentaríamos nuestro entorno de la misma manera; por lo que quise crear una conexión con todo lo que nos permite el olfato y la posibilidad de sentir y conocer el mundo a través de los diferentes olores. Estos tres colores fueron mezclados con blanco y tierra de sombra tostada (ya que no utilizo negro en mis pinturas) para crear diferentes tonalidades y texturas que simulen nuestra percepción, conceptualmente comprendida en la conexión entre el espectro cromático y el olfato, sin perder de vista estos tres colores y su posición central en la pieza.