
Tuve un sueño, cuando era niño, en el que una esencia seca, fuerte, que parecía un poco polvorienta, se apropiaba de mi nariz y crecía en una progresión geométrica hasta tomar posesión de los demás sentidos con el mismo ritmo.
Era un olor muy concreto, que aun siento a veces cuando camino por la ciudad, y que me envía directamente al sueño de nuevo.
En aquel sueño, recuerdo figuras geométricas que crecían, un sonido que aumentaba, y el olor, que llenaba mis fosas nasales ocupando totalmente mis sentidos. El olor se superponía a los demás sentidos, así que aún lo recuerdo a día de hoy. Cuando me preguntaron acerca de un olor que esta pieza pudiera sugerir, recordé ese olor de nuevo, a pesar de que la producción de esta pieza produjo olores totalmente diferentes… la madera al ser cortada, el látex sobre la pared recién pintada, el olor de la misma pared…
El olor de la pared debe tener algo de aquella esencia seca del sueño…
MARCIUS GALAN