El único olor que siempre asocio con la pintura es la combinación de aguarrás y cigarros puros, que me recuerda a mi abuelo y el taller de otros pintores-amigos.
Nunca he prestado demasiada atención a la idea del olor en mi trabajo. Siempre he pensado que mi obra de alguna manera es silenciosa, algo que se hace o se ve cuando uno está concentrado, focalizado y ajeno a cualquier influencia exterior. Mi experiencia de lo visual se asemeja mucho al modo como se experimentan los olores. Es como algo que está oculto en tu memoria y que de golpe, cuando tropiezas con ello en la realidad, puede revelar una escena, una estancia o una situación largamente olvidada.
Bert de Beul